En mis tiempos más jóvenes, con 16 años, decidí que quería ganarme un sueldillo extra y ser socorrista en el verano, aprender a realizar una RCP , manejar los primeros auxilios y así comenzar lo que quizás en un futuro sería mi profesión. Hoy en día recuerdo a los más pequeños con sus gestos de enfado porque no les dejaba tirarse haciendo mortales o subiéndose a caballito uno encima del otro. Ahora lo pienso y veo que ahí nació mi vocación por la prevención, lo que quizás no sabía ahí es que me especializaría en prevención oral.

Con el tiempo, me apunté al módulo de Auxiliar de Enfermería. Tenía clarísimo que mis tiempos como socorrista habían marcado en mi un amor por todo lo relacionado con la salud y la sanidad y esto me habría muchas oportunidades de trabajo, ya que podía trabajar en una residencia, en un hospital, una clínica dental, etc. Sólo tenía que decidir y encontrar mi camino.

Fue ya casi cuando acababa esos estudios cuando comencé a trabajar en la clínica dental de Almorox, mi pueblo, sin lugar a dudas, la compañía y la pasión del primer odontólogo que me dio la oportunidad de dejarme aprender con el fue la clave para que hoy en día sea lo que soy. De error en error aprendí poco a poco la profesión del auxiliar en una clínica. Trabajé mano a mano años seguidos con diferentes odontólogos, viéndoles como perfeccionaban y creaban grandes sonrisas en la personas y viendo como ayudaban a mejora su calidad de vida tratando problemas orales.

Y ahí estaba yo, en medio del paciente y el odontólogo, sabiendo que mi posición era igual de necesaria ya que mi figura complementaba la suya, los auxiliares son el tercer y cuarto ojo así como el tercer y cuarta manos, pero esa figura, a mí se me quedaba pequeña, lo supe enseguida, ya que solo podía ser siempre la 3º o 4º mano/ojo, pero nunca podría ser la primera/segunda mano/ojo. No quiero liaros, es solo que como auxiliar nunca puedes “tocar boca” y la especialidad de higienista dental si.

Quería ser partícipe del tratamiento de esos pacientes de una forma más cercana y personal, poder realizar tratamientos no invasivos y preventivos a la hora de tratar ciertas enfermedades dentales como realizar limpiezas, curetajes, divulgación y promoción de hábitos saludables y ya puestos, todos queremos estar guapos, realizar blanqueamientos cuando tenemos una salud oral correcta, entre otras muchas más cosas.

Ya me había mudado a vivir a Madrid cuando me armé de valor y empecé a estudiar higiene dental, estaba muy contenta porque al fin sentía que había encontrado mi vocación, los años como auxiliar me ayudaron a confirmarlo y a querer progresar, poder formarme y centrarme más en la cavidad oral. Pero también estaba agobiada , ya que por las tardes trabajaba y no disponía de todo el tiempo que me gustaría para dedicarlo a los estudios. No fui la primera ni la última que estuviese en estas circunstancias, ni la única que lo lograse con empeño y esfuerzo.

Por eso cuando acabé, dos años más tarde, esta formación profesional, no podía caber en mí. No sabéis/seguro que sabéis la recompensa personal e ilusión de luchar por lo que quieres la felicidad que crea en nosotros.

Por lo que actualmente me dedico única y exclusivamente a la higiene oral y a todo lo que eso conlleva, una parte esencial es la divulgación y la promoción de salud oral, mi amor por la profesión y la dedicación me ha llevado a crear este blog donde poder compartir información relevante para vuestra salúd oral y poder ayudaros, orientaros y aconsejaros para la prevención de enfermedades orales.

Espero que lo disfrutéis. Aprendamos juntos hábitos saludables básicos para un presente y un futuro que apuesta en la prevención.